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La solemne Santa Misa, cantada por el Coro parroquial Santa Cruz y oficiada en la mañana del domingo por el párroco de localidad, Miguel Hernández Romero, acompañada de la inauguración del gran monumento a la Santa Cruz del Voto en el paraje de la Alcoholera (en el acceso norte del pueblo, entre las carreteras antigua y nueva), han sido los últimos actos de un IV Centenario de la aparición de la imagen de la Santa Cruz del Voto, cuya programación se pude calificar de brillante pues no hay que olvidar que Canjáyar es un municipio de 1.600 habitantes.

La iglesia parroquial registró un lleno total. Muchos canjilones quisieron ser testigos del último de los actos religiosos del IV Centenario, entre los asistentes, además de la autoridades locales, se encontraba representantes de la Hermandad de la Santa Cruz en Canjáyar, Madrid y Tarrasa, así como de Nuestra Señora del Consolación de Tices (Ohanes).

Uno de los momentos más emotivos, como suele ser habitual al término de la misa, fue el beso a la imagen de la Santa Cruz del Voto con la melodía del himno que el almeriense Manuel del Águila compuso con mucho cariño hacia Canjáyar.

Tras la misa los vecinos se dirigieron hacia al paraje de la Alcoholera, en cuyas inmediaciones ha quedado instalado el Gran Monumento a la Santa Cruz, donado generosamente, con motivo del IV Centenario, por el canjilón Matías Ruiz Bueno, residente en Vinaroz. Se trata de una monumental réplica forjada de dos metros de altura de la imagen de la Santa Cruz.

Tras la bendición del monumento por el párroco, en nombre del donante recogió una placa conmemorativa su hermana, y, seguidamente, la Hermandad de la Santa Cruz, invitó a los presentes con una copa de licor y unos exquisitos mantecados en evocación de las fechas navideñas que se avecinan. El próximo día 26 se contará con la presencia en Canjáyar del autor de la Cruz del monumento y se le rendirá un merecido homenaje.

Tanto la celebración, por primera vez en su historia, del Año Jubilar, como el IV Centenario, han movilizado a todos los canjilones, vecinos o residentes en otras localidades y a numerosos fieles de la provincia y simpatizantes de todo lo canjilón y todos han colaborado en la medida de sus posibilidades para contribuir a dar brillo a ambas celebraciones y de paso salir reforzados con una baño de autoestima.

Así el balance es totalmente positivo. Desde la remodelación de la Iglesia Parroquial, por su calado económico, pasando por todas y cada una de las actividades religiosas culturales, recreativas y deportivas. En todas ellas, la participación de los canjilones ha sido ejemplar y modélica y la empresa se ha asumido por todos y todas como algo propio.

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