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El obispo de Almería presidió la Santa Misa que da inicio al año grande del municipio. La lluvia enturbió el acto.

Tres golpes secos y fuertes, y entre ellos, de forma pausada unas palabras cargadas de misticismo: ¡Qué se alcen las antiguas compuertas, va a entrar el Rey de la Gloria!. De esta manera, se abrió de par en par la Puerta Santa de la iglesia de la Santa Cruz ante la mirada del Obispo de Almería, Adolfo González Montes, que fue el primero en atravesarlas y al que siguieron de manera paulatina el gran número de fieles que se agolpaban a escasos metros atrás.

Y con este solemne acto daba inicio de forma oficial al Año Jubilar concedido por el Papa Benedicto XVI a Canjáyar que congregó en la mañana de ayer a miles de devotos de la Santa Cruz que celebra este año los 400 años desde su creación en 1611, y que llegaron desde otros puntos de España como las hermandades de la Santa Cruz de Madrid y Tarrasa (Barcelona).

El tan esperado día para los vecinos no comenzó de la mejor manera ya que la lluvia no dio tregua ni cuartel y hasta que no se produjo la entrada al templo, fueron centenares de paraguas los que decoraron la plaza del Ayuntamiento para protegerse del agua.

"No se ha lucido nada", decía una mujer mayor entristecida porque tal y como señalaba "hoy es el día más importante del Año Jubilar y no hay balconada" (en referencia a las ventanas de las casas que debían de estar ataviadas con los paños y telares que desde hace meses han ido tejiendo las vecinas).

Todo comenzaba a las 11:00 horas de la mañana. El alcalde de la localidad, Francisco Alonso, mostraba su nerviosismo porque la lluvia estaba retrasando a varias autoridades, entre ellas el obispo.

Tras su llegada, se iniciaba la comitiva hasta la iglesia de la Santa Cruz, y tras el golpeo con un pequeño martillo de Adolfo González a las puertas de la iglesia, comenzaba la Santa Misa en la que el Obispo recordaba la "grandeza del acto" a la vez que afirmaba "la gran ilusión con la que hemos empezado este Año Jubilar".

La Eucaristía, que contó con la música y las voces del Coro de Canjáyar, estuvo rodeada de un halo de solemnidad que terminó rompiéndose llegando al final del mismo cuando todos los fieles congregados en el templo comenzaron a cantar el himno a la Santa Cruz del Voto: "Nuestra Santa Cruz vino aquí a redimirnos, desde tierra santa, navegando sobre un mar azul, con olas muy blancas". Y que terminó con una exaltación de la pasión por esta imagen por parte de un vecino que gritó "¡Viva la Santa Cruz!" y que recibió como respuesta un caluroso multitudinario "¡Viva!".

Todo lo que acontecía dentro se vivió también fuera de la iglesia, donde se montó una pantalla de grandes dimensiones para que aquellos que no pudieron entrar no se perdieran ningún detalle.

Tras ello se dio paso a uno de los momentos más esperados por los fieles, cuando se mostró la Santa Cruz original, protegida con una estructura metálica y de cristal. Uno a uno, los centenares de devotos fueron besándola como signo de purificación e implicación con este Año Jubilar de Canjáyar.

Después llegaría el momento de descubrir las placas conmemorativas del Año Jubilar y la Puerta por parte del obispo y el alcalde de Canjáyar, que estuvo acompañado para tan insigne día por un nutrido grupo de compañeros de partido como los alcaldes de Cuevas del Almanzora o Somontín, varios diputados del PP y el vicepresidente de la Diputación Provincial, Luis Pérez, institución que ha colaborado intensamente para la celebración de este evento.


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